El resurgimiento de la exploración espacial, clave para un futuro sostenible

Y esta es la quinta y última tendencia tecnológica para 2024 que quería compartir con ustedes.

Yo era muy pequeño cuando Armstrong y Aldrin llegaron a la Luna. Y por primera vez en 50 años, enviaremos astronautas a la órbita lunar en 2024 con el Artemis 2 de la NASA, al que podría seguir un alunizaje tripulado en 2025 con el Artemis 3.

Esta recuperación del interés por el espacio no es sólo un guiño nostálgico al pasado; es un símbolo de un profundo cambio en toda la industria espacial.

Este cambio está redefiniendo nuestros objetivos en el espacio. La atención ya no se centra únicamente en los cuerpos celestes lejanos. En su lugar, se está concentrando el esfuerzo en aprovechar el potencial de la órbita terrestre baja (LEO). Este ámbito está lleno de oportunidades para avanzar en las telecomunicaciones y la observación de la Tierra. Se están lanzando miles de CubeSats, ChipSats y otros nanosatélites, mientras asistimos a una oleada de proyectos apasionantes como el desarrollo de sistemas de comunicación láser, redes híbridas terrestres y espaciales o incluso conectividad 5G sin fisuras desde el espacio. También observamos un énfasis en la ”sostenibilidad por diseño”, con el desarrollo de satélites y naves de lanzamiento que no sólo son más eficientes, sino que también limitan la basura espacial.

La década de 2020 también será testigo de una “Era Espacial” radicalmente distinta de la que vivimos en los años 70. A diferencia de la anterior, dominada por unos pocos programas gubernamentales, este nuevo capítulo de la exploración espacial está siendo escrito por diversos actores. A diferencia de la era anterior, dominada por unos pocos programas gubernamentales, este nuevo capítulo de la exploración espacial está siendo escrito por un conjunto diverso de actores.

El panorama incluye ahora no sólo nuevos gigantes como SpaceX, sino también un floreciente ecosistema de empresas emergentes. Estos dinámicos recién llegados están aportando ideas frescas, tecnologías innovadoras y una mentalidad de start-up a una industria que antes era dominio exclusivo de las agencias espaciales nacionales.

A medida que nos adentramos en esta nueva era espacial, los objetivos son claros: mejorar la eficiencia, reducir los costes y aumentar el rendimiento. No se trata sólo de una carrera hacia las estrellas, sino de la búsqueda de soluciones prácticas y más sostenibles que darán forma al futuro de la humanidad dentro y fuera de nuestro planeta.