Bee positive

¿Qué pasaría si las abejas y otros insectos no existieran para polinizar flores y plantas? De hecho, los efectos serían devastadores, y la disminución de los polinizadores ya es un problema mundial que está teniendo consecuencias de gran alcance.

En todo el mundo, casi el 90% de las plantas silvestres y el 75% de los cultivos vitales dependen de la polinización animal, y uno de cada tres bocados de los alimentos que consumimos es posible gracias al trabajo de polinizadores como las abejas. En pocas palabras, si las abejas no se ocupan de polinizar nuestras plantas frutales y vegetales, los cultivos alimentarios que necesitamos para alimentarnos no crecerán.

A la luz de estas estadísticas, los proyectos de reconstrucción y biodiversidad son cada vez más vitales, y también requieren soluciones adaptadas a entornos locales específicos.

Un desafío para la tecnología

¿Cómo podría la tecnología ser parte de una solución? Esa fue la pregunta para un equipo ganador con sede en el Reino Unido en el último desafío Tech4Positive Futures de Capgemini. El desafío global alienta a los empleados a aplicar sus habilidades para generar un impacto positivo en nuestra gente, nuestro planeta y nuestra sociedad. En la última edición de Tech4Positive Futures, el desafío era desarrollar soluciones destinadas a proteger nuestra biodiversidad y reducir nuestra dependencia de los recursos de la Tierra.

“Queríamos ayudar a las personas a reconstruir áreas urbanas mediante la construcción de una herramienta de reconstrucción inteligente, que les permitiría entender dónde reconstruir y qué plantar”, dice el consultor de innovación y miembro del equipo Hardik Pithadia, que trabaja en Applied Innovation Exchange (AIE) de Capgemini. en Londres. “¿Cómo podríamos saber exactamente qué es bueno para la biodiversidad del área local, para apoyar a las abejas y la polinización de las flores?”

También forma parte del equipo ganador de Tech4Positive Futures el ingeniero de tecnologías emergentes Ben Preston. “Uno de nuestros focos en AIE es la sostenibilidad”, afirma. “Estábamos interesados en encontrar un proyecto que fuera interesante desde el punto de vista tecnológico y que se adaptara a este enfoque, y apoyar a las abejas lo hace perfectamente”.

Una herramienta para reconstruir

Para el proyecto, el equipo de Capgemini se asoció con Pollenize, una empresa de interés comunitario en el suroeste de Inglaterra que está animando a la población local a cultivar flores silvestres nativas que permiten que los polinizadores prosperen. El resultado es una herramienta de reconstrucción destinada a alentar a las personas a ayudar a devolver la naturaleza a las áreas urbanas.

Los datos son el núcleo del proyecto y la herramienta permite a las personas escanear un código QR en paquetes de semillas de flores silvestres distribuidos por Pollenize, lo que los lleva a un sitio web donde pueden cargar información sobre dónde se sembraron las semillas.

“Estamos analizando cómo podemos proporcionar a las personas datos localizados que cambien su comportamiento y luego cómo podemos gamificarlos para crear cambios a escala”, dice Ben.

Comprender el comportamiento de las abejas

Sin embargo, hay otro conjunto de datos que es vital para el proyecto y que proporcionan las propias abejas.

“Estamos utilizando datos para ayudarnos a comprender mejor el comportamiento de las abejas”, dice Ben, “y en particular lo que podemos aprender de la ‘danza del meneo’ que realizan las abejas cuando regresan a su colmena después de recolectar polen.

“La danza del meneo es un sistema de comunicación de las abejas. Hablan con otras abejas moviéndose en forma de ocho y luego apuntándose en una dirección determinada. Si podemos usar la tecnología para ayudarnos a decodificar la danza del meneo dentro de una colmena activa, puede proporcionar información sobre las elecciones de las abejas en cuanto a dónde recolectan polen.

“Por ejemplo, ¿cuántos viajes hacen las abejas cada día? ¿Hasta dónde van? ¿Se les está indicando que vayan a un lugar en particular? Si los datos de las colmenas brindan información, podemos comenzar a mapear cómo las abejas usan y navegan por las áreas locales.

“Saber esto ayudará a reconstruir los distritos urbanos al permitir que la gente conozca buenos lugares para sembrar semillas de flores silvestres. Lo que esperamos es que la herramienta EHive ayude a construir una comunidad de reconstrucción activa y comprometida, con algunos datos sólidos que respalden sus esfuerzos”.

Ayudando a futuros sostenibles

Según Hardik, el trabajo del equipo con Pollenize a través del desafío Tech4Positive Futures encaja naturalmente con el trabajo más amplio en el que Capgemini participa cada semana.

“En el día a día, podría trabajar en proyectos para empresas de agua o de energía, y hoy en día todas las grandes corporaciones se preocupan por la sostenibilidad y la biodiversidad. Están buscando proyectos y soluciones que puedan impactar sus objetivos, metas y medidas de sostenibilidad.

“Definitivamente hay un factor de bienestar cuando trabajas en un tema tan importante como este, pero también es importante en términos de nuestras carreras. Cada vez más, todos necesitamos saber cómo podemos utilizar la tecnología para el bien: para resolver problemas importantes y crear conciencia.

de cómo la tecnología puede ayudar a dar forma al futuro que todos queremos. Proyectos como este nos ayudan a comprender cómo podemos lograrlo”. Para Hardik y Ben, el valor subyacente del proyecto es que eventualmente podría implementarse a gran escala. Decodificar la danza secreta de una abeja y comprender dónde sembrar una pequeña semilla en un parche urbano local no son sólo ideas que afectan la biodiversidad en un pequeño rincón del suroeste de Inglaterra. Podrían generar un impacto real a nivel mundial.