Cumplimiento: el mejor amigo del producto conectado

Una creciente oleada de normativas está afectando a los productos conectados, impulsada por la preocupación ante numerosos riesgos.

Estas normativas pretenden proteger a los usuarios, garantizar la responsabilidad medioambiental, salvaguardar los datos personales y reforzar la ciberseguridad. 

Esto afecta a todo el ciclo de vida del producto, desde el desarrollo y el funcionamiento hasta el desmantelamiento. Pueden aplicarse tanto a los componentes físicos como digitales de los productos conectados, con otros requisitos geográficos y específicos del sector.

Aunque el camino hacia el cumplimiento no siempre es fácil, las empresas pueden obtener beneficios más amplios. Entre ellas se incluyen la mejora de la confianza de clientes y socios, la diferenciación en el mercado gracias a la transparencia y la evitación de sanciones económicas.

Aquí es donde entra en juego la conformidad mediante el diseño. Con la participación de personal cualificado, procesos definidos y las herramientas adecuadas, las organizaciones pueden establecer el enfoque óptimo para la conformidad de los productos conectados. Esto les permite centrarse en la innovación, en lugar de en los obstáculos normativos.